Durante años me he topado con personas que tienen una imagen “equivocada” o nebulosa de lo que hace el área de recursos humanos. En algunos casos y dicho por ellos, está área de la empresa sirve solo para contratar personal, pagar nóminas y no ayudar. Incluso he escuchado como la apodaron Recursos IN-humanos, cuándo estaban molestos porque no se les pagó algún bono o comisión que consideraron les correspondía.
Y francamente considero que le hace falta información a este tipo de colaboradores. Pero sobre todo, tengo la percepción de que lo que hace falta es amor y gusto por la empresa en la que trabajan y, siendo muy atrevida, les falta pasión y agradecimiento por el trabajo que tienen. Sin embargo, decidió no profundizar mucho en este párrafo por el momento, porque mi intención hoy, es hablar de otro tema ligado a este.
La Formación en las empresas.
Qué sucede desde el interior de esas empresas donde la reacción de sus colaboradores al ser convocados a una formación es “pff tengo curso” en lugar de “¡Ey! Que bien, me toca curso nuevo!” Y es que, como apasionada del desarrollo de personas y dedicada a la formación por más de 10 años, no logro saber por qué la resistencia a obtener beneficios que se han diseñado específicamente para ti.
O será que desde el área de Formación y por lo tanto de Recursos Humanos, ¿no se están diseñando los programa formativos de una manera eficiente y eficaz? Se está dando la misma aspirina para todos, aún sin saber si es lo que necesitan todos los receptores de formación.
Esta reflexión viene a mí, y te la comparto, debido a que ayer platicaba con un Team Building de una empresa internacional que presta servicios a una de las más grandes empresas de tecnología en el mundo que se centra en tecnología de motores de búsqueda, nube, comercio y consumo electrónico, publicidad en línea e inteligencia artificial al respecto de la formación que se ofrece para su equipo.
Él me decía que a lo largo de los 4 años que tiene ahí, ha visto casos de novatos que llegan después de 3 semanas de onboarding sin saber usar su principal herramienta de trabajo y con una idea pobre del producto para el que fueron contratados. Ha entrado a formaciones online, de 50 asistentes con 30 cámaras apagadas en las que ha comprobado que no están tomando curso, ya que se les pregunta algo y no responden. Le ha mandado la convocatoria de formación a su equipo y estos no se motivan en lo más mínimo, o se enferman justo el día de la convocatoria.
En el mejor de los casos son los mismos colaboradores que le han expresado su poco interés por ir, ya que “siempre nos dan lo mismo”. De hecho, me contó que justo hace unas semanas les habían convocado a una nueva formación, con un nombre súper atractivo y su equipo estaba motivado, pero que al pedirles el feedback estaban decepcionados. “Solo cambiaron el nombre, pero era el mismo de principios de año” Y entonces, lanzo la pregunta ¿qué área necesita más apoyo o desarrollo? La que está recibiendo la formación o el equipo de formación.
Mi percepción es la siguiente: Un equipo de formación conformado por colaboradores del área comercial que eran Top Performance que estaban desgastados, o simplemente querían un trabajo menos estresante, y que no cuentan con formación de formadores, conocimientos de coaching y mentoring no es el equipo ideal para encargarse de esta área.
Porque lo primero que pensé al escuchar que perfiles conformaban el equipo formativo fue: ¿Quién hace la detección de necesidades de formación y desarrollo anual? ¿Quién se encarga del seguimiento del ROI y KPI’s del programa? ¿Quién sabe detectar una brecha o fuga de formación?, ¿Quién diseña los apoyos didácticos o herramientas digitales para hacer lo más atractivas posibles las formaciones? ¿Quién sabe qué tipo de formación requiere cada área de esta gran empresa?, porque estamos de acuerdo, en que cada colectivo tiene diferentes requerimientos, ¿no les parece?
Mi propuesta:
Opción 1. Empezar de cero: Renovar el equipo de formación con personal preparado profesionalmente en formación y desarrollo de personal.
Opción 2. Entrenamiento del equipo formativo: La persona que SI cuenta con los conocimientos de las técnicas y estrategias de la formación empresarial, formará a los integrantes del equipo que carezcan de estas competencias.
Opción 3. Repartir responsabilidades dependiendo de las fortalezas. Por ejemplo; Hacer a ese Top Performance del área comercial responsable de la formación técnica y de producto. Mientras que el que sí tiene preparación en formación se encarga de las áreas de habilidades y competencias.
Opción 4. Contratar a terceros: Por ejemplo; Dependiendo de la formación necesaria contratar consultores de formación y/o coaches que logren los objetivos de la formación.
¿Qué opinas de este caso? Tienes alguna propuesta